Estuve en un encantador hotel en Giovinazzo. El desayuno en el patio era delicioso, pero el wifi no funcionó bien.

Las vistas desde la azotea son impresionantes, perfectas para disfrutar del atardecer sobre el Adriático.

El wifi en mi habitación era bastante inestable, lo que dificultó un poco mi trabajo en línea.

el desayuno en la terraza es muy rico y lleno de producto local. el wifi no funciona bien.

El encanto del convento restaurado

El hotel, un antiguo convento, ofrece una atmósfera única que te hace sentir como en un museo. Desayunar bajo el patio lleno de flores fue un verdadero deleite, además de las impresionantes vistas de la azotea que hacían que cada atardecer fuera mágico.

Sin embargo, la conexión de wifi en algunas áreas era algo inestable, lo que dificultó un poco mantenerme conectado. sería conveniente contar con un minibar en la habitación para mayor comodidad.

vistas desde la azotea, ambiente histórico, patio lleno de flores

La conexión de wifi era muy inestable, lo cual es frustrante!!! La ducha en la habitación era pequeña y poco práctica. No había nevera en la habitación, lo que habría añadido comodidad!!! Podrían mejorar la señal de telefonía móvil, ya que en algunos lugares era bastante mala.

La azotea ofrece vistas increíbles de

la ciudad y el mar. Pasé mucho tiempo allí, disfrutando del ambiente y la música en vivo. Sin embargo, algunas áreas del hotel podrían beneficiarse de un poco más de mantenimiento. En general, es un lugar muy encantador para una escapada.

El hotel es un antiguo convento restaurado, lleno de encanto y singularidad. Las habitaciones son amplias y cómodas, con un ambiente acogedor que destaca su historia. El desayuno es una delicia, con opciones caseras y productos locales de alta calidad, servido en un patio lleno de flores. Sin embargo, el wifi no siempre funcionó bien y el aire acondicionado en la habitación podía ser un poco ruidoso. A pesar de estas pequeñas molestias, la experiencia general fue muy positiva, especialmente gracias a su diseño y ubicación privilegiada junto al mar.

El S. Martin Hotel es un antiguo convento restaurado que mantiene un encanto especial. Las habitaciones son amplias y cómodas, con muebles de época y un baño moderno. El desayuno en el hermoso patio está lleno de delicias caseras. La vista desde la azotea es impresionante, ideal para disfrutar del ambiente medieval de Giovinazzo.

El wifi podría mejorar.

El hotel ofrece un convenio con una empresa para el almacenamiento de vehículos, solucionando así el problema de aparcamiento en las cercanías. La ubicación es ideal, pegada al mar, lo que permite disfrutar de vistas espectaculares desde cualquier ventana.

La ducha en la suite principal es bastante pequeña en comparación con el tamaño de la habitación, lo que puede resultar incómodo. La conexión de wifi es deficiente y no proporciona una cobertura adecuada en varias áreas, lo que puede ser frustrante si se necesita estar en línea. Además, carece de una nevera en la habitación, lo que limita la comodidad del alojamiento.

Ubicación excelente, con fácil acceso a las calles históricas. Habitaciones cómodas con decoraciones encantadoras. Desayuno delicioso en un hermoso patio. La única pega, el wifi un poco lento. Aún así, una experiencia muy agradable.

Recomendado para parejas

La experiencia del desayuno fue realmente maravillosa, con esa mezcla de delicias caseras que me llevaban de regreso a mi infancia. Nos sentamos en un hermoso patio lleno de flores, eso fue algo inimaginable. Además, el personal fue increíblemente amable, nos ayudaron en todo lo que necesitábamos. Interactuamos con ellos y hacían que cada momento fuera especial.

No fue barato, pero aún así, aceptable.

El desayuno fue muy bueno, pero el wifi funcionó mal.

super recomendado for una aventura de fin de semana

Encantador hotel, pintoresco lugar, con habitaciones amplias y cómodas donde se puede disfrutar de un delicioso desayuno en un hermoso patio interior mientras se observa la vista del mar.

Estoy totalmente satisfecho

el wifi no siempre funcionó bien. pero el desayuno fue delicioso, con un bello patio para disfrutarlo. la ubicación es ideal, cerca del mar, y las habitaciones tienen una decoración encantadora que refleja la historia del lugar.